En mi libro, en la página 206, consta lo siguiente: "... por eso animo a todos a que escribáis vuestra propia historia y hagáis vuestros propios censos. No estaría nada mal y no se escaparía ni el apuntador. Cientos de pequeñas historias hacen la Historia, con mayúscula". Era una invitación a todos aquellos que se mueven, particularmente, en el mundo subterráneo musical de Valencia para que plasmaran sus vivencias y de esa manera ejercer de notarios para dejar constancia de aventuras, propias y de allegados, que de otro modo nadie iba a contar ni a reivindicar. Es una pena que ese modesto patrimonio cultural, parido con tanto esfuerzo desde las catacumbas del underground, se diluya en el olvido con el paso del tiempo como un simple sueño de juventud.
16 años después tengo la fortuna de que caiga en mis manos "En tierra de nadie", un libro escrito por Mariano López y donde este ejerce, hoja tras hoja, de maravilloso guía documentado sobre la vida y milagros de Doctor Divago, sin duda, una de las bandas más importantes del Rock en España. No exagero y, aunque no conozco, si es que existen, los baremos para medir la grandeza de un artista, sí que sé distinguir cuando algo sobresale de la mediocridad reinante. Y si al talento lo aderezas con trabajo, ganas, pundonor, constancia y algunas buenas canciones, como es el caso de los Divago, este servidor solo puede aplaudir y reverenciar sin ningún tipo de pudor. Bien sabe Manolo Bertrán que mis palabras de elogio no son producto de un enfervorizado fan a la caza de autógrafos o sexo fácil con su idolatrada estrella. No. Los Divago se han ganado a pulso mi máximo respeto y cariño. Como quien no quiere la cosa, se han convertido, también, en parte de la banda sonora de mi vida.
La lectura de "En tierra de nadie" me ha resultado amena, es como subirse en un tren de cercanías, rebosa valiosa información, anécdotas divertidas, entresijos del negocio musical y muchos nombres propios. Mariano López ha conseguido hilar una excitante semblanza, contando con la participación de todos los implicados, que abarca los 25 primeros años de existencia del combo valenciano. Puedo afirmar, con orgullo, que este es el tipo de trabajo al que me refería en mi primer párrafo. Vale, lo sé, no habla de Londres, Nueva York o Berlín, es posible que para algunos papanatas resabiados no sea lo suficientemente cool -ellos se lo pierden-, pero el que me conoce bien, sabe (¿verdad, Sr. Campoy?) que mis héroes favoritos viven dos calles más abajo de la mía, por eso con este libro me he emocionado y me siento plenamente identificado, porque relata con parcial exactitud la escena que nos ha tocado vivir a ti y a mí. Esos son los héroes que cautivan mi corazón.
Ya lo dije en su día, tiempos del Valencia Sona, los Divago no son un grupo de concursos. ¿Y qué? Ahí los tienen ustedes, inteligentemente situados. Sí. Mejor en tierra de nadie que mal acompañados.
Sitio oficial: Doctor Divago