Bueno, queridos y queridas, a veces es mejor estar callado una temporada, cuando no se tiene nada que decir. Cierto. Por si a alguien le interesa, gracias al buen karma del Cosmo, mi vida transcurre placentera, junto a los míos, en el Califato Independiente de la Vega Baja. Espero y deseo, de corazón, que todos vosotros, amigos y conocidos, estéis, también, lo mejor posible. Joder, muchos vamos camino de los 60, otros incluso los han sobrepasado... ¡quién lo iba a decir! A la mierda, seguimos estando guapos, seguimos estando vivos. Me alegro de todas estas bolas extras que ya llevo jugadas. Besos y abrazos fraternales, amistosos y lascivos. ¡Es tiempo de Navidad!